En 1957, prácticamente todos los exteriores de la película “Saeta del Ruiseñor”, se rodaron en Priego de Córdoba.
Imagínense lo que supuso en aquel entonces, que una población como Priego recibiera al niño más internacionalmente conocido que tenía España. Todas las personas que vivieron aquél momento lo recuerdan con sumo cariño y prueba de ello son las numerosas anécdotas que se cuentan; fueron semanas de rodaje junto a Joselito, el niño prodigio de la época. No fue ésta sin embargo la primera película rodada en Priego pero sí, la que más caló en los prieguenses ya que muchos de ellos participaron activamente en ese rodaje; y qué decir del paisaje, las principales escenas se rodaron en el casco histórico de Priego, el barrio de La Villa y la Fuente del Rey, el monumento más emblemático de nuestra ciudad; lugares que hoy, siguen conservando todo su esplendor...¿¿dije esplendor?? bueno, la Fuente del Rey es un tema para tocarlo en otro momento…
49 años después, en 2006, justo un año antes de las elecciones municipales se decide hacer un homenaje a aquella película y por consiguiente a su protagonista. Y es aquí, cuando surge “la polémica”. Personalmente creo que cuando la política entra por una puerta, el sentido común sale por la otra, y este homenaje se intentó politizar pero al final triunfó la sabiduría del pueblo, que demostraron estar muy por encima de los partidos políticos...
De todas formas, hay que entonar el “mea culpa” y reconocer que quizás las cosas no se hicieron del todo bien. Hubo quien quiso aprovecharse, económica, y profesionalmente de aquel evento. Algunos se preguntaban, quién era el capitán de ese barco y por supuesto están los más perjudicados de la historia: la empresa que patrocinó todo el homenaje, que esperaba publicidad a cambio de soltar la pasta, y que vio cómo el protagonismo se lo llevaban otros. No, ahí no se hizo bien. Pero sí es verdad que el homenaje tuvo un éxito intuido que fue superado con creces, una repercusión apabullante, e increíble fue también, la respuesta ciudadana.
Ver las caras de felicidad de nuestros mayores, y como no, de los más pequeños, me satisfizo enormemente. Todo ello, a pesar de las polémicas absurdas.
Ver las caras de felicidad de nuestros mayores, y como no, de los más pequeños, me satisfizo enormemente. Todo ello, a pesar de las polémicas absurdas.
Respecto a mi labor (era la responsable de prensa del Ayuntamiento de Priego de Córdoba, entonces) he de decir que disfruté de lo lindo y al día de hoy, estoy tremendamente orgullosa del resultado de aquel trabajo, pues los medios, nacionales e internacionales, -mexicanos sobre todo- trataron a Priego, al homenaje y especialmente a José Jiménez “Joselito” con mucho respeto, en contra de lo que algunos esperaban.
Otra cosa es que meses después de todo aquello, alguien tratase de exprimir de nuevo al “Ruiseñor de las Cumbres” en su propio beneficio...Pero eso ya no es de mi incumbencia.
Desde aquí, como siempre, un beso muy grande a ti, Jose, y muy especial para tu mujer, esa gran señora llamada Marifé.
Les dejo algunas opiniones expresadas a raíz del homenaje…
