Dicen
que el periodismo está atravesando horas bajas. Es posible. Tal vez
los culpables estén dentro y tengan las tentaciones demasiado
cerca.
El
periodismo siempre ha sido una profesión complicada, no digo
difícil, digo complicada. Por supuesto, no menos que otras. El
gran problema viene dado cuando una labor como ésta, cuyo código
ético y profesional impide mentir y sí contar o transmitir historias, situaciones
y conflictos de manera leal, verdadera, rigurosa y contrastada, es
decir, lo más fiel posible a la realidad, cae en las garras del
poder y el dinero.
Ya lo dijo Javier Martín, XI Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado 2018, “Ser periodista implica no estar al lado de los poderosos”.
Ya lo dijo Javier Martín, XI Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado 2018, “Ser periodista implica no estar al lado de los poderosos”.
Ryszard
Kapuscinski paradigma del periodismo actual para algunos y 'maestro' de periodistas mitómanos fue,-curiosamente-, licenciado en Historia
y no en periodismo. Lo mismo ha pasado con otros grandes y reconocidos periodistas de la historia. Las crónicas de Kapuscinski siempre fueron más
literarias que periodísticas, y precisamente fue eso lo que le llevó
a ser candidato al Premio Nobel. La literatura, no el periodismo. Cito varias veces a Kapuscinski en esta entrada porque llama mucho la atención que quienes enarbolan la licenciatura periodística para poder ejercer esta profesión, tomen precisamente como ejemplo a quien, -según ellos-, no podría serlo por estar licenciado en otra disciplina.
En cualquier caso, lo que sí parece que fue Kapuscinski, es un gran y respetado fabulador, como así lo identifica el autor
de su biografía y reportero de Gazeta Wyborcza, Artur Domoslawski,
discípulo y amigo suyo durante los últimos nueve años de su vida. Este rasgo de su personalidad me hace entender mejor que lo tengan como referente.
Pero hoy no escribo para contarles nada del señor Kapu, del que ya casi
todo se sabe. Menos aún para darles clases, como sí
pretenden hacer quienes tal vez no sepan, o no sean conscientes, de
que para dar clase primero hay que tenerla.
Esta entrada es para mostrarle al lector, las artes periodísticas de algunos
licenciados en la materia, que afortunadamente para la profesión,
son los que menos abundan. O eso es al menos lo que yo quiero creer,
ya que cuando se basa un argumentario en ataques personales se pierde
con ello la credibilidad.
Como
se repiten bastante con lo que ya dijeron la vez anterior, (pueden conocer el origen de todo este asunto en el siguiente enlace), http://www.radiopriego.com/mal-perder-toda-la-verdad-la-radio-municipal/, hoy sólo evidenciaré sus nuevas mentiras o carencias periodísticas.
Dice
sobre mí, -eso sí, hablando en plural y luego en singular-, el
señor Paco Secilla en su artículo de opinión consensuado con su
socio licenciado, lo siguiente: “...encierran el oscuro interés
personal y económico de recuperar el control sobre un medio que ya
controlaron y del que quieren volver a erigirse como principales y
únicos protagonistas”, y, “¿Hubiera denunciado como 'ilegal' la
misma emisora en el caso de haber ganado la licitación? Ya les digo
que no”.
Pues
bien, le demuestro a Secilla que sí. Afirma con contundencia y sin pruebas, algo de lo que no tiene ni
idea, porque no solamente lo denuncié en varias ocasiones desde
dentro, mientras estuve al frente de la dirección de la emisora, -y bajo estas líneas publico el último informe enviado a Alcaldía-,
sino que en mi propuesta no presenté dos puntos importantes que se
solicitaban en el pliego por no estar de acuerdo con ello, ya que
conocía a la perfección la falta de equipos para realizar
una programación completa, y la situación legal de la emisora. O sea, que ya de entrada tenía las de
perder y fui consciente de ello desde el principio. La intención era
clara, velar por el servicio en lugar de apostar por él en esas
condiciones. Quiero decir que no era cuestión de haber impugnado el pliego, sino de demostrar sobre la marcha que no se estaba haciendo bien, pues ese pliego y su posterior adjudicación iba en contra de todo, pero especialmente, del trabajo realizado hasta el momento durante los dos años anteriores, tras iniciarse el servicio.
Todo
el mundo sabe que cuando alguien va a por todas presenta 'lo imposible',
como así ocurrió después, pues sin tener ni idea de los equipos
con los que contaba la radio, apuntaron alto, presentando lo más
grande para luego recular, diciendo que no podían hacer más por no
disponer de medios. Ya ven, muy informados no estaban para ser "licenciados periodistas" y trabajar
en esto de la información.
Lo
de, “...con arreglo a la legalidad que exigía una licitación...” ya
se ha demostrado e informado de qué 'legalidad' estamos hablando, https://com-andalucia.org/2018/10/08/el-sindicato-de-periodistas-de-andalucia-insta-al-ayuntamiento-de-priego-de-cordoba-a-recular-sobre-la-gestion-externalizada-de-la-emisora-publica-local-en-el-municipio-cordobes/
En
cuanto a, “...trabajar menos de lo que lo venía haciendo y llevarse más dinero”, simplemente da risa porque es tan fácil como comparar la programación y las
horas de directo que había antes con las que hay ahora.
Otra
afirmación equivocada más: “...fruto de la desesperación de alguien
a quien se le han cerrado todas las puertas...” Sin duda, esto
responde más a su deseo personal que a la realidad.
Por
último, y esto sí es serio, indica Secilla, “...llegando incluso a
suplantar el logotipo de la actual Radio Priego...”.
Sería
conveniente que este señor se documentara bien o en su defecto, alguien le informara sobre quien diseñó ese logo y quien lo tiene
registrado, y también, de cómo se acredita un profesional de la
comunicación, porque, o se ha acreditado poco o nada, o simplemente
no tiene ni idea, lo cual es triste y penoso para el trabajo que realiza.
Como
se ha demostrado recientemente en nuestro país, el exceso de
'titulitis' esconde tal grado de complejos que es más que aconsejable no
llevar por bandera sólo el título, y sí demostrarlo en la trayectoria y
en el día a día, pues todos sabemos que el hecho de tener carnet de
conducir, no te avala como buen conductor.
Por cierto, también estaría genial que alguien les dijera a estos chicos, quienes hicieron el proyecto de la Radio Municipal de Priego, quien lo defendió durante ocho años frente a quienes se oponían a él y hoy lo utilizan muy a menudo, y quien, con lo mínimo, lo sacó adelante con éxito en los complicados inicios. El camino se demuestra andando y las palabras, aunque algunas se las lleve el viento, otras se quedan escritas y unidas a los hechos.
Finalmente, en relación a los datos y cifras númericas que da el Sr. Secilla, una vez más prevalece su opinión frente a la información. En este punto, no entraré en cómo gestiona su empresa privada, pero lo que no estaría nada mal es que tanto los distintos Ayuntamientos de nuestra comarca como la Diputación cordobesa, publicaran en su portal de transparencia los convenios o acuerdos que firman con los medios de comunicación privados de la provincia. El saber no ocupa lugar y los ciudadanos igual lo agradecen...
Por cierto, también estaría genial que alguien les dijera a estos chicos, quienes hicieron el proyecto de la Radio Municipal de Priego, quien lo defendió durante ocho años frente a quienes se oponían a él y hoy lo utilizan muy a menudo, y quien, con lo mínimo, lo sacó adelante con éxito en los complicados inicios. El camino se demuestra andando y las palabras, aunque algunas se las lleve el viento, otras se quedan escritas y unidas a los hechos.
Finalmente, en relación a los datos y cifras númericas que da el Sr. Secilla, una vez más prevalece su opinión frente a la información. En este punto, no entraré en cómo gestiona su empresa privada, pero lo que no estaría nada mal es que tanto los distintos Ayuntamientos de nuestra comarca como la Diputación cordobesa, publicaran en su portal de transparencia los convenios o acuerdos que firman con los medios de comunicación privados de la provincia. El saber no ocupa lugar y los ciudadanos igual lo agradecen...
Kapuscinski
siempre estará ahí para ellos, pero yo soy más de George Orwell o Rosa Mª
Calaf, que con mucho acierto manifestó en su momento, “Las empresas periodísticas se han convertido en eso, en
empresas, y el objetivo ahora es la cuenta de resultados, no la
excelencia informativa. En el momento en que conviertes la noticia en
mercancía, haces que pierda su valor. La noticia es un bien delicado
y no puede estar dependiendo de los intereses del mercado”.
Siempre tuve muy claro dónde quiero estar y cuál es, y será mi sitio.
Siempre tuve muy claro dónde quiero estar y cuál es, y será mi sitio.
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